Érase una vez una niña de grandes ojos y cabellera rubia conocida también como ricitos de oro, detrás de esa mirada angelical encontramos a la verdadera villana de la ciudad. Hemos creado como villana a ricitos de oro, algo fuera de lo tradicional; una criminal sin escrúpulos con una mente siniestra. En esta historia los ositos juegan un papel distinto desempeñándose como agentes de la CIA dirigiéndola hacia el bien, aunque cometieron un pequeño error, que terminó trágicamente para los ciudadanos.
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